martes, 16 de diciembre de 2008

Por qué no compraré el 0 km del Gobierno

No tuve que meditarlo mucho. Sólo saqué un par de cuentas en base a experiencias personales y concluí que no tengo que cambiar el auto para salvar a la Patria de la recesión, sino seguir como hasta ahora.
¿Por qué? Con mi Testarossa, que oportunamente fue citada en este espacio, inyecto dinero directamente en el consumidor, sin la intermediación de bancos, concesionarias ni terminales automotrices.
Mecánicos -generalistas y de la más variada gama de especialistas-, cerrajeros, servicios de grúa, entre otros, se salvan de la crisis gracias al desinteresado esfuerzo de servidores como quien escribe, que se empeña en mantener su auto a pesar del paso de los años.
Un ejemplo práctico.
Con los $ 330 invertidos entre ayer y hoy en cambiar el tambor de arranque le di trabajo:
  • Al servicio mecánico del ACA, para que intentara sacar el pedazo de llave que quedó metido en el tambor.
  • Al cerrajero que vino a sacarme de la urgencia cuando el ACA no pudo.
  • A la casa de repuestos que me vendió el tambor nuevo.
  • Al mecánico, que si bien lo cambió “sin costo” porque me había puesto el tambor de la discordia un par de meses antes, ya paga la universidad de sus hijos gracias a mi aporte mensual, que debe promediar los $ 500 en el último semestre.
Así es como se pone de pie a la economía. Me siento el iniciador del círculo virtuoso del empleo en tiempos turbulentos. Keynesianismo puro.
Gracias, Testarossa, por inflarme el pecho.
Viva la Patria.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Jajaja, muy bueno Esteban! Ahora lo reenvío a mis contactos, me pareció genial!