miércoles, 25 de febrero de 2009

Con las manos arriba

¿Hace falta agregar algo?
Sólo dar el crédito de esta genial fotografía: Marcelo Gómez, de La Nación.

Y mientras tanto, en otro lugar de Ciudad Gótica...

La única verdá es la realidá, diría el hombre del retrato de atrás del Néstor

jueves, 12 de febrero de 2009

El nuevo gurú


¡Sí, señores empresarios! ¡Llegó el líder que estaban esperando para seguir llenando las ajustadas agendas de sus ejecutivos con charlas de management! Diego Armando Maradona, el hombre que fue, volvió y transformó un grupo de egos millonarios en un equipo, está al alcance de su bolsillo.
Así como antes acudieron a Carlos Bianchi, Carlos Bilardo, al insulso de Cachito Vigil y hasta a los rugbiers caníbales de la coodillera de los Andes -aquéllos que inspiraron la película "Viven"- para explicar a sus mandos gerenciales cómo un montón de burros pueden conformar un equipo totalmente alineado con los objetivos establecidos por un líder, ahora los aguarda el técnico de la Selección Nacional, con cartulinas en los vestuarios, arengas permanentes, mimos y demases.
Llegó un nuevo estilo de liderazgo. ¡No se lo pierda! Puede ser suyo con sólo desembolsar la suma adecuada. No lo piense como un gasto, sino como una magnífica inversión en tiempos de crisis. Ya sabe en qué emplear el dinero que se ahorrará al reducir su plantilla de personal. ¡Adelante!

jueves, 5 de febrero de 2009

Decisiones estratégicas

Cuenta la historia que un presidente brasileño le propuso a otro argentino fabricar un avión comercial. Eran mediados de los 80. La industria nacional de aviación, en ese entonces a cargo de Fabricaciones Militares (FMA), era bastante prolífica y un proyecto civil en tiempos de democracia no venía nada mal. José Sarney le dijo a Raúl Alfonsín, allá por 1985, algo así: "Estamos con ganas de armar un avioncito, ¿te copás? Se va a llamar Embraer/FMA CBA 123 Vector". El radical asintió: "Y daaaaaaaaale". Años después, Carlos Menem sacó a Argentina del proyecto y Embraer, gracias él, se transformó en la tercera compañía de aviones del mundo.
El Embraer/FMA costó 300 millones de dólares y terminó con dos prototipos, después de los cuales Brasil decidió cancelarlo. No importaba: su empresa de aviación ya había alcanzado la madurez tecnológica necesaria para competir cabeza a cabeza con Boeing y Airbus en la fabricación de aviones.
A comienzos de los 90, con el país y FMA derruídos y el proceso de privatizaciones en marcha, Menem decidió que había sido suficiente. Hacían falta unos u$s 50 millones más para el avión y el riojano frenó la participación argentina en la empresa. Y privatizó FMA, que pasó a manos de Lockheed Martin, gestión estadounidense mediante.
En 1992, Menem compró el Tango 01. Pagó 67 millones de dólares.