¿Por qué? Con mi Testarossa, que oportunamente fue citada en este espacio, inyecto dinero directamente en el consumidor, sin la intermediación de bancos, concesionarias ni terminales automotrices.
Mecánicos -generalistas y de la más variada gama de especialistas-, cerrajeros, servicios de grúa, entre otros, se salvan de la crisis gracias al desinteresado esfuerzo de servidores como quien escribe, que se empeña en mantener su auto a pesar del paso de los años.
Un ejemplo práctico.
Con los $ 330 invertidos entre ayer y hoy en cambiar el tambor de arranque le di trabajo:
- Al servicio mecánico del ACA, para que intentara sacar el pedazo de llave que quedó metido en el tambor.
- Al cerrajero que vino a sacarme de la urgencia cuando el ACA no pudo.
- A la casa de repuestos que me vendió el tambor nuevo.
- Al mecánico, que si bien lo cambió “sin costo” porque me había puesto el tambor de la discordia un par de meses antes, ya paga la universidad de sus hijos gracias a mi aporte mensual, que debe promediar los $ 500 en el último semestre.
Gracias, Testarossa, por inflarme el pecho.
Viva la Patria.
1 comentario:
Jajaja, muy bueno Esteban! Ahora lo reenvío a mis contactos, me pareció genial!
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