sábado, 3 de enero de 2009

Exclusivo: la batalla por el galeón


En medio de la crisis mundial, la esperanza proviene del fondo del río. El galeón del siglo XVIII hallado en Puerto Madero trajo algo más que vasijas y funcionarios porteños con cascos de construcción. Fuentes arqueológicas indicaron a LVM que el Río de la Plata y sus costas esconderían más reliquias de los tiempos coloniales, lo que desató una batalla entre el gobierno nacional y el ejecutivo de la Ciudad para apropiarse de los esperados doblones en tiempos de vacas flacas.
El apresuramiento de Mauricio Macri para fotografiarse en el lugar del descubrimiento no habría obedecido sólo a un afán proselitista. Por el contrario, habría sido el primer paso de la Jefatura de Gobierno porteña para demostrar que esos restos le pertenecen “a los vecinos”, como dijo el ex presidente boquense. Así, el oro que se espera encontrar en otros galeones iría a parar a las arcas comunales.
En el Ministerio de Hacienda porteño habrían comenzado a planificar a cuenta. Asignarían doblones a contratar más jóvenes-cartel que muestren que “La Ciudad trabaja”. Otra parte del botín, aunque menor, iría a financiar algunos arreglos de calles para que los jóvenes-cartel puedan mostrar, precisamente, que “La Ciudad trabaja”. Y si queda algo, tratarían de mejorar la situación edilicia de las escuelas públicas, aunque habrían descartado de plano darles aumento a los maestros, como castigo “porque no quieren que nuestros chicos vayan a clases”.
Pero el Ejecutivo nacional le disputaría el botín. Alegaría la soberanía sobre todo barco que surca o ha surcado las costas, hasta las 200 millas marinas. El ala dura del Gobierno ya habría planteado estatizar edificios en Puerto Madero porque, dicen, “si ahí se descubrió un galeón, seguro que debe haber 10 ó 20 más”. Y argumentan que el área se encuentra “a menos de 200 millas de la costa”, aunque de este lado. Por algo, dicen, Kirchner ya se mudó de su oficina en esa ciudad a Olivos.
Con ese dinero, cuentan, Cristina Fernández podría seguir con su proyecto de distribución del ingreso sin comprometer los superávits gemelos. A la eliminación de la Tablita de Machinea, que inyectó cerca de $ 4.500 a quienes ganan $ 7.000 al mes, y a la asignación de $ 200 por única vez a quienes perciben el salario mínimo de $ 1.240 y a los jubilados, seguirían otras medidas “para dar más a quienes menos tienen”. Una versión dio cuenta de que si el botín es grande, podrían eliminar el impuesto a las Ganancias, aunque descartaron de plano bajar el IVA a la canasta básica.
La batalla por los doblones recién comienza. La Corte Suprema tendría la última palabra.

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